Complejo.

Siempre tuve ese puto complejo de ser muy poco sociable y un poco bastante antipático. Hasta creo que hubo una época en mi vida en la que la frase que más me decían era "La verdad es que antes de conocerte pensaba que eras un forro.." Y si.. que se yo, desde lejos parezco un poco antipaticón (palabra inventada por mí en este mismo instante). Supongo que un montón de características fisicas, personales y/o mentales hacen que parezca muy pedante, soberbio.. Pero los que entienden algo de estas cosas, o esos que se animan a mirar un poco mas de cerca, se pueden dar cuenta rápidamente que sólo se trata de algúna mascara o barrera que proteje mi vulnerabilidad. Siempre (pero siempre) tuve ese miedo a que me rechacen. Por eso preferí el odio a la indiferencia. Pero bueno, pasaron algúnos añitos y yo crecí algo jajaja. Hoy, más allá de todas las caretas entiendo que a la gente no se la puede clasificar. Cada uno es como mejor le sale o como puede, dadas sus circunstancias y capacidades que tenemos. Y la verdad que no está en mí como en nadie ese derecho juzgar a nadie. Y hoy también.. paro el girar del mundo, me miro un segundo al espejo, y me digo en voz baja que debo estar haciendo las cosas bien. Porque en este ultimo tiempo, aparte de conocer a personas maravillosas y hacer crecer más algunas relaciones antiguas, tuve la suerte de que vuelva a mi vida más de una persona que necesitaba, a dejar atrás pasados que mejor no recordar y a crear presentes mejores. Y así como alguna vez sentí que estaba todo como el culo porque esos afectos me esquivaban, hoy siento que está todo medianamente bien, es más, creo que son mejores los reencuentros que las relaciones nuevas, porque las relaciones nuevas hablan de gente que uno introduce en su vida porque se dá, porque caen bien, porque sí, pero los reencuentros hablan de gente que elegimos una vez más a pesar del tiempo, del odio, o de las distancias, a pesar de lo pasado, y a pesar de cada uno.