viernes, 24 de febrero de 2012

Comida .

Comer, uno de los placeres mas grandes que tiene esta vida. ¿Quien no disfruta de un buen plato de comida casera hecha por una madre amorosa?... el problema surge cuando no esta ese plato de madre amorosa. Cada persona tiene gustos distintos (que frase original que me mande) y en su casa ya se esta acostumbrado a las exigencias de uno. Desde la cantidad justa de sal, el tipo de queso o la cocción de un bife de lomo. Pero cuando uno se aleja de su nido- o cuando se aleja la madre- empiezan las complicaciones en la vida culinaria de las personas. Si salis a comer con amigos se suele recurrir a la lógica: Pizza. Siempre va a haber alguno que quiera salirse de esta status quo pizzero y decir “¿Si pedimos esta pizza que tiene huevo, palmitos, sardinas, peras, maní y dos bocaditos Cabshas?”. Ante la cara de repulsión del resto del grupo decide tratar de convencer citando recomendaciones “El cerrajero de un primo la probó y dijo que estaba riquísima”. El grupo no cede a pesar del consejo de un erudito en la materia así que empiezan las discusiones ya que cada uno va a querer elegir por su gusto, por el nombre que le pongan (“Che por que no compramos la “Pizza Caruso Lombardi”) e inclusive por el dinero que tenga en su billetera (“Che yo quiero una pizzetita, total no como mucho”). El desenlace de esto es terminar comprando unos panchos en un kiosquito cercano. La dieta es otra complicación a la hora de elegir que comer. Vas a comer a un tenedor libre con unos amigos, familiares o pareja (marquen la opción que correspondan con un X) y el carnívoro se elige la mesa que esta más cercana a la parrilla para no tener que moverse demasiado y para que el olor le de más sed de sangre, mientras que “La persona dieta” (así llamaremos al sujeto) que estuvo toda la semana con las viandas del doctor Cormillot comienza a sudar frío tan solo de ver pasar la vaca muerta hacia la parrilla, y como sino fuera poco la otra persona siempre trae una fuente de humeantes papas fritas mientras que “La persona dieta” solo tiene unas insípidas berenjenas con tomates en un plato despoblado lo que provoca irritación, mal humor, y puede terminar con un tenedor en el ojo de alguien si le dice “Che estas más cachetona”. Cumpleaños, fiestas o cualquier tipo de ágape en casa de amigos o familiares puede resultar algo sencillo, total no hay que pagar, me invitan a comer, hay confianza ¿Qué puede salir mal? TODO. Empezar a ver que la tía preparo distintas comidas con abundante cebolla cuando vos odias la cebolla es cuando comienza la batalla por la supervivencia:
“¿No comes lengua al escabeche?” pregunta la tía.
-“No, gracias” respondes vos avergonzado.
-“¿Por qué no comes? ¿Te sentís bien?” insiste la tía en saber por que.
-“Sí, pero no me gusta” respondes mientras sentis la mirada inquisidora de todos los presentes.
-“Como no te va a gustar, dale te sirvo un plato” ofrece la tía escéptica.
-“No, en serio estoy bien, no quiero” rechazas el plato con asco.
-“Dale no seas raro, come” la tía se comienza a poner pesada.
-“No posta, no quiero” tu comienzas a levantar temperatura.
-“Pero como no vas a comer nada, no seas ridículo te sirvo y comes” dice la tía mientras pone el plato frente a vos .
-“¿QUÉ PARTE DE NO ME GUSTA NO ENTENDISTE? NO QUIERO, ME DA ASCO NO LO PIENSO COMER VIEJA DE MIERDA” le gritas mientras le partis el plato en la cabeza y terminas huyendo de la casa perseguido por todos los comensales (atención jóvenes enamorados que quieren causar buena impresión. No reaccionar así en casa de suegros por que van a terminar con una relación que quizás pudo haber sido hermosa. El amor es más fuerte que el escabeche… excepto en el olor).
Hasta aquí llega el post, yo me voy a comer algo, espero que ustedes también y si están a dieta JODANSÉ .

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