miércoles, 11 de noviembre de 2009

De amigos.

Yo creo que nada se da porque sí. Todo tiene un propósito en la vida, aunque a veces no lo veamos de primera intención. A veces perdiendo, ganamos algo. Ganamos experiencia, conocimientos, y nos fortalecemos. Vamos, ¿a quien no traicionaron algúna vez?, Generalmente cuando nos pasa esto lo más común es la depresión. No es lo único, tambien te puede causar dolores de panza, de cabeza, nos frustramos, y más de una vez causa insomnio. Podes sentir también que se acercaron a vos por algo, o porque les daba algún beneficio, o lo que sea. Pero creo que lo peor es cuando la traición viene de un amigo, al que le habías dado tooooda tu confianza, obviamente tambien le habías tomado cariño y al que, por su apariencia de "la mejor persona que podés conocer", no pensabas ni remotamente que podría hacerte algo así.
Juntos hicieron mil cosas que te sacaron tiempo que pudiste haber usado para compartir con tu familia, o que se yo, para disfrutar de descanso o a lo mejor para hacer algo que sí hubiera valido la pena. Duele muchísimo más si ese que te traiciono se está escondiendo como si hubiese robado algo, sin que nadie lo persiga, eso a veces es lo que da más impotencia. La palabra traición según el diccionario que tengo acá al lado: es el crimen de la deslealtad, ajá, osea que si esto pasa en una amistad, traidor puede referirse a una persona que traiciona a un amigo o se une a un enemigo.
Las marcas que despues te deja una traicion puede cambiar el rumbo de una persona para bien.. o para mal. A lo mejor de ahora en adelante dejés de creer en los demás, o también puede ser que aprendas a ver en la situación algo positivo, o una lección.
En situaciones como éstas hay que pensar que el que hizo la ofensa no nos traicionó a nosotros, sino que se traicionó a sí mismo, porque demostró con esa cagada que se mandó que estaba sembrando en terreno baldío.
El acto de perdonar muchas veces ayuda, pero no olvidemos la ofensa, porque si olvidamos podemos repetir el mismo error. Lo que sí es importante es sacar ese resentimiento para que cuando nos acordemos de lo que pasó lo hagamos sin dolor. Si esa persona que después de ser perdonada vuelve a hacer lo mismo, quiere decir que no aprendió de ese error y tampoco supo valorar el perdón.
Como seres humanos que somos, todos tenemos errores, pero lo importante es aprender de ellos, sean nuestros o de los demás, y no meter a todo el mundo en la misma bolsa. Después de un porrazo hay que levantarse con mucha más fuerza y demostrarle a esa persona que te ofendió todo lo que se perdió por haber hecho lo que hizo.

1 comentario:

Mariano dijo...

giiiilaso soy yo, estába aca molestandote mientras escrbias esto y me dijiste q por molestarte ahora lo iba a tener q leer pero q no escriba nada, porq no puedo escribir nada? puto. ahora lo leo.