viernes, 24 de julio de 2009

Problemas pasajeros.. Y de los otros.

¿Cuántas malas noticias se pueden recibir en poco tiempo?. Creo que de a una por día, es lo que el cuerpo (o la mente, o lo que sea) puede soportar. Uno le puede poner buena predisposición, pensamiento positivo, pilas, garra, o comole quieras decir; pero tener que enterarte de una mala nueva un día tras otro es lo peor, te lo aseguro. ¿Y que podemos hacer para pasar esas malas noticias?, Tener la cabeza fresca para ayudar a ese que tiene el problema, mantenerse tranquilo para no transmitir más nerviosismo del que puede haber, hablar con personas a la que no le toca el conflicto para que te pueda dar un apoyo externo. En fin, todo eso se hizo. Y ayudó.. mucho. No obstante, pasan los días y uno se pregunta: ¿Y ahora que mierda tengo que aguantar? Cuando el panorama se pone feo es muy difícil ver el lado positivo o esa pequeña luz que (siempre) hay y que, en definitiva, es la que nos mantiene en pie y no deja que caigamos. Y ahí viene el tema de la Fé. Tener fé en algo, en alguien o en TODO es fundamental para superar cualquier problema que se nos puede presentar. Apoyarse en la fé y los afectos que uno tiene es lo que nos pone los pies en la tierra y espanta un poco la desesperación. Pueden ser problemas graves, leves, cercanos o no tanto, nuestros o de personas que uno quiere. Pero nos tocan. El tiempo es sabio. Nosotros somos los que tenemos que pasar las pruebas.. mientras esperamos que los melones se acomoden en el carro.

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