lunes, 27 de julio de 2009
.. Desaparecieron.
Lamentablemente una de las tantas características que me acompañan en esta vida desde el mismo momento que salí del vientre de mi mamá, se llama 'Cuelgue'. Ok, soy ditraído, no presto atención a nada y, encima, varias veces me quedo por un buen tiempo en "la luna de Valencia". Cuento la última: Ayer me levante para trabajar. A esa hora el supermercado ya está abierto. ¿Qué hice? Aproveché para hacer algun mandadito esa una hora donde casi todas las cajeras están disponibles (¡Qué bueno no hacer cola!). Entré, todo lindo y al toque me saqué los guantes, (Porque afuera hacía un frío de la puta madre) Los puse en el bolsillo a medio guardar para vovler a usarlos cuando salga. Juro que los iba cuidando. Compré, después pagué y cuando salí puedo asegurar que mis guantes seguían en el bolsillo, los ví. Hasta ahí, todo perfecto.. hasta que llegué a la puerta de mi casa. ¡Osoooo! No, todavía estaban ahí. La cuestión es que entré a casa y al ratito me preparaba para volver a salir. Obviamente, quería volver a ponerme los guantes pero.. ¡NUN-CA! los encontré. Juro que hice memoria. Busqué por todos lados pasando por las bolsas del súper, la mochila, la heladera, los cajones, debajo de la cama y hasta en el tacho de basura. Pero nada. ¡Ufffff! Esta semana viene complicada con los extravíos, ya tuve que decirle chau a unos papeles que se fueron caminando de mi casa y a mis hermosos guantes que espero que no hayan hecho lo mismo. Buá, no hay remedio. No sé si seguir luchando contra mi bendito cuelgue o relajarme y admitir que esto no tiene remedio.
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